lunes, 1 de abril de 2024

LA PARTICIPACIÓN DE LAS ENTIDADES LOCALES EN LOS TRIBUTOS DEL ESTADO

 

La participación en los tributos del Estado es un recurso financiero de las administraciones locales reconocidas en la Constitución. Representa en media nacional alrededor del 21% de los ingresos totales. En nuestro ayuntamiento esos ingresos versus la totalidad de ingresos no financieros de los últimos cinco años y la previsión para 2024 queda como sigue:

                                                                                        Tabla 1



Existen dos modelos de financiación:

·     Un modelo de cesión de impuestos estatales, para municipios con 75.000 habitantes o más o que son capitales de provincia o Comunidad Autónoma. No se aplica a País Vasco, Navarra ni a Ceuta y Melilla.

·        Un modelo de reparto por variables para los municipios no incluidos en el grupo anterior.

Parte del dinero que llega del estado a los municipios, es para compensar las bases imponibles del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBIS). Es decir a menor valor de esa magnitud mayor financiación. Pretende ser un elemento de equidad. Sant Just por ejemplo tiene unas bases imponibles superiores a las de Sant Feliu, con lo que con un porcentaje menor o igual al de Sant Feliu recauda mucho más.





El cuadro anterior refleja el dinero previsto para este año 2023 (Fuente: Ministerio de Hacienda y Función Pública). A Sant Feliu de Llobregat le corresponden 10,8 millones de los cuales 1,076 es por el concepto de compensación por IBI. Los otros 2 conceptos son por población (a mayor población mayor ingreso) y por esfuerzo fiscal (que se calcula en función de la renta per cápita promedio del municipio). Al final ha sido algo más el dinero enviado.

La participación en tributos del Estado se transfiere mediante entregas mensuales a cuenta, que se liquidan totalmente (se ajusta) cuando se dispone de la información necesaria.

El reparto se efectúa en función de los ingresos del Estado. Quiere esto decir que a mayor recaudación del Estado en la que influye también la inflación, mayor dinero destinado a los ayuntamientos (pensemos en el IVA por ejemplo. Si la base se incrementa la recaudación por IVA también lo hace).

Detallamos en una tabla los ingresos obtenidos por nuestro ayuntamiento durante los últimos cinco años, más la previsión para el año 2024, detallando la población censada y la tasa media del IPC para cada año.

                                                                                        Tabla 2



Observamos que los importes recibidos han ido creciendo año tras año, a excepción del año 2021 que recoge las mensualidades del propio año más la realidad del año 2020 en la que los ingresos del Estado disminuyeron a causa de la pandemia (también la tasa media del IPC, que fue negativa).

Obsérvese que aunque la población haya crecido y con ello también el reparto, la tasa media del IPC sobre todo en el año 2022 también lo ha hecho.

CONCLUSIÓN

Como vemos cada año el porcentaje de los ingresos procedentes del Estado tienen más peso en nuestros ingresos locales. Además cada año el dinero recibido se ha incrementado al haberlo hecho también los ingresos del Estado, y éstos los del Estado, han crecido en gran medida por la inflación (incremento del IPC). Es decir que la inflación, salvo para el bolsillo de todos los contribuyentes, ha ido de maravilla para las arcas del Estado de las Comunidades Autónomas y de las Entidades Locales. Y nuestro ayuntamiento estuvo reclamando, por activa y por pasiva, más dinero al Estado para que nadie se quedara atrás. Lo responsable hubiese sido ver que ese dinero que venía de más desde el Estado lo hacía por el incremento de la inflación y estimar por tanto un ingreso más moderado ahorrando el resto y adaptando los gastos a ese ingreso. Pero no, se gasta todo el dinero, convirtiendo gastos puntuales, favorecidos por esos mayores ingresos, en gastos estructurales de tal forma que cuando esos ingresos de más no llegan, porque los ingresos vuelven a la senda normal, solicitamos más dinero para poder hacer frente a esos mayores gastos.

Pero claro, estas reflexiones para un político son demasiado profundas y serias además de no tener sustancia para conseguir votos. Es mejor, y más fácil, decir que la culpa es del Estado y que se va a luchar para que nadie se quede atrás.

Por consiguiente y una vez más, los políticos nos mienten.

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